El invitado invisible
La mayoría de los adultos de Estados Unidos fueron vacunados de niños y, por lo tanto, es probable que estén protegidos contra la poliomielitis. En general, a menos que haya razones específicas para creer que no fueron vacunados, la mayoría de los adultos que nacieron y crecieron en Estados Unidos pueden asumir que fueron vacunados contra la polio cuando eran niños. La vacunación contra la poliomielitis ha formado parte del calendario de vacunación infantil de rutina en los Estados Unidos durante décadas y sigue formando parte del calendario de vacunación infantil de rutina. Los adultos que recibieron alguna vacuna en la infancia en los Estados Unidos casi con toda seguridad fueron vacunados contra la poliomielitis.
Los adultos no vacunados o vacunados de forma incompleta que corren un mayor riesgo de exposición al poliovirus (véase más adelante) deben recibir y completar su serie de vacunación antipoliomielítica con la IPV. Otros adultos no vacunados o vacunados de forma incompleta deben hablar con su médico para conocer su riesgo de poliomielitis y la necesidad de vacunarse. Los adultos que hayan completado la vacunación antipoliomielítica pero que tengan un mayor riesgo de exposición al poliovirus pueden recibir un refuerzo de la IPV de por vida.
La enfermedad del domingo tomates podridos
En La enfermedad del domingo, el director español Ramón Salazar ofrece esta fría pero envolvente historia de una madre y una hija distanciadas cuyo tenso intento de reconexión está plagado de resentimientos y secretos. Es el último título en lengua extranjera que se incorpora al servicio de streaming de Netflix, donde luchará por la atención con títulos más brillantes y atractivos. ¿Merece saltar a la cabeza de tu cola?
Lo más importante: Anabel (Susi Sánchez) es una adinerada mujer de la alta sociedad que, en una de las fiestas que se celebran en su lujoso castillo, ve algo familiar en una de las camareras. La mujer, Chiara (Bárbara Lennie), actúa de forma extraña por una razón: es la hija que Anabel abandonó 30 años antes. Las mujeres se reúnen y Chiara pone sus condiciones: si Anabel pasa 10 días con ella, será la última vez que la vea. Así que Anabel se va a pasar 10 días a la destartalada casita de campo de Chiara, donde habrá verdades, manipulaciones y secretos que revelar.
¿A qué películas te recordará? Conscientemente o no, el trabajo de Salazar parece situarse en el punto medio de los directores europeos Pedro Almodóvar (Hable con ella; Todo sobre mi madre) y Yorgos Lanthimos (La langosta; Dientes de perro).La concepción de dos mujeres que desvelan décadas de secretos y resentimientos se siente muy Almodóvar, pero donde el legendario español podría haber optado por el melodrama, Salazar inyecta una paranoia y una oscura tontería que se siente muy Lanthimos.
Guía para padres de la enfermedad del domingo
Enzarzadas en una sorda guerra psicológica, una madre y la hija que abandonó hace más de tres décadas canalizan el resentimiento, la culpa y los restos de un afecto no expresado, mientras se recluyen en una cabaña sin más compañía que la de la otra.
El nuevo drama de Ramón Salazar, La enfermedad del domingo, ofrece a su público un choque estremecedor escondido entre silencios cargados y miradas agudas. Esta magnífica película de dos capítulos se ve reforzada por un par de intérpretes de primera línea en España: Susi Sánchez (Julieta, La piel que habito) como Anabel, la madre adinerada; y Bárbara Lennie (Magical Girl) como su agraviada hija Chiara. Exigiendo amablemente que su madre pase 10 días con ella como retribución por 35 años de ausencia en su vida, Chiara saca a Anabel de su entorno pijo y la obliga a instalarse en el campo sin explicarle qué espera de su tiempo juntos. Su empresa, prudentemente concertada, sólo se desvela una vez que sus volátiles intercambios han hecho que ambas sean vulnerables.
El perro enfermo del domingo
Con una elegancia impresionante y una seguridad pasmosa, Ramón Salazar toma una castaña melodramática y la hace florecer con una emoción inesperada en “La enfermedad del domingo”, uno de los auténticos descubrimientos del Festival de Berlín 2018. Aunque no es un desconocido (“20 centímetros”), y a pesar de haber apostado por una atención más seria con la apenas vista “10.000 noches en ninguna parte” de 2013, el director ha sido encasillado como acólito de Almodóvar. Eso cambiará ahora gracias al modo en que calibra a la perfección las vidas de una anciana adinerada y la hija que abandonó a los ocho años. La exquisita atención de Salazar a los detalles se revela tanto en los efectos visuales como en las interpretaciones, y el diseño de vestuario es memorable.
En contra de la película está la extraña falta de publicidad previa a la Berlinale, además de un título poco inspirador (al menos en inglés). La participación de Netflix puede complicar la distribución en salas, aunque no está claro cómo podría afectar a su estreno en varios territorios. Sería una lástima, ya que “La enfermedad del domingo” merece ser vista en pantallas grandes que puedan mostrar adecuadamente el impresionante ojo del director para la composición, rodado por su director de fotografía habitual, Ricardo de Gracia.