Medicamentos anticoagulantes
Los inhibidores de la trombina son anticoagulantes que se unen a la trombina e inhiben su actividad, impidiendo así la formación de coágulos. Los inhibidores de la trombina inactivan la trombina libre y también la trombina unida a la fibrina.
Los inhibidores de la trombina se utilizan para prevenir la trombosis arterial y venosa. También pueden utilizarse para prevenir y tratar la trombosis venosa profunda o utilizarse como profilaxis en la fibrilación auricular para evitar el tromboembolismo.
Ver tambiénAfecciones médicas asociadas a los inhibidores de la trombina:Información adicionalConsulte siempre a su médico para asegurarse de que la información que aparece en esta página se ajusta a sus circunstancias personales.
Anticoagulantes deutsch
Existen tres categorías generales de fármacos que se utilizan habitualmente para prevenir o tratar los coágulos sanguíneos (trombosis): anticoagulantes, fibrinolíticos y antiagregantes plaquetarios. Algunos de ellos (Pradaxa, Angiomax, ReoPro) pueden resultarle desconocidos, mientras que otros (warfarina, heparina, aspirina) suelen ser nombres muy conocidos.
Tienen mecanismos de acción y riesgos diferentes, y se utilizan en circunstancias distintas. Un posible efecto secundario común a todos ellos es la hemorragia excesiva, por lo que todos estos fármacos deben utilizarse con las debidas precauciones.
Si tiene o se sospecha que tiene un coágulo de sangre, es probable que salga de la consulta de su profesional sanitario con una receta. Lo que tome dependerá de varios factores, como su estado general de salud, la causa probable del coágulo, su gravedad y otros.
Cuando empiece a tomarlo, la dosis debe estabilizarse durante un periodo de semanas, y para ello son necesarios análisis de sangre frecuentes (análisis del INR). Incluso después de la estabilización, los análisis de INR deben repetirse periódicamente y a menudo es necesario reajustar la dosis de warfarina.
Lista de anticoagulantes
Las lesiones son la segunda causa de muerte entre las personas de 5 a 45 años. Más de cuatro millones de personas mueren cada año en todo el mundo a causa de traumatismos, a menudo por grandes pérdidas de sangre. Los fármacos antifibrinolíticos favorecen la coagulación de la sangre impidiendo que los coágulos se rompan. Algunos ejemplos de antifibrinolíticos son la aprotinina, el ácido tranexámico (TXA), el ácido épsilon-aminocaproico y el ácido aminometilbenzoico. A veces los médicos administran estos fármacos a pacientes sometidos a cirugía para evitar la pérdida de sangre. Estos fármacos también podrían detener la pérdida de sangre en pacientes gravemente heridos y, en consecuencia, salvar vidas.
Dos ensayos evaluaron el efecto del TXA en pacientes mayores de 16 años. En el mayor (n = 20 211) participaron pacientes que sufrían diversos tipos de traumatismos, y en el otro (n = 240) sólo los que habían sufrido una lesión cerebral traumática.
Sin embargo, aún existe cierta incertidumbre sobre el efecto del TXA en pacientes que presentan hemorragias en el interior del cerebro a causa de un traumatismo craneoencefálico, pero que no sangran por lesiones en otras partes. Es posible que los efectos del TXA sean diferentes en este grupo específico de pacientes.
Medicina del coágulo
La trombosis venosa profunda, o TVP, es un coágulo de sangre que se ha formado en una vena, normalmente en la profundidad de una pierna. Dependiendo del tamaño y la gravedad del coágulo, los médicos de NYU Langone crean un plan de tratamiento que incluye medicamentos anticoagulantes y trombolíticos, a menudo conocidos como anticoagulantes y anticoagulantes, respectivamente. Concierte una cita Consulte a nuestros especialistas y obtenga la atención que necesita. Buscar un médico y concertar una cita
Los anticoagulantes, como la heparina, la warfarina, el dabigatrán, el apixabán y el rivaroxabán, son medicamentos que diluyen la sangre y ayudan a disolver los coágulos sanguíneos. También pueden ralentizar la formación de coágulos y evitar que se desprendan de la vena y se desplacen a los pulmones, donde pueden causar una embolia pulmonar potencialmente mortal. Las personas con trombosis venosa profunda suelen tomar un anticoagulante por vía oral a largo plazo para evitar la formación de nuevos coágulos. Su médico evalúa su riesgo y le controla regularmente mientras toma uno de estos medicamentos. Los anticoagulantes también reducen las probabilidades de desarrollar trombosis venosa profunda, por lo que los médicos pueden prescribirlos para ayudar a prevenir esta enfermedad en personas con alto riesgo.