Resurrección de Jesús
El Camino del Calvario, o Vía Dolorosa, es el nombre que recibe el último viaje de Cristo desde Jerusalén hasta la colina del Calvario, o Gólgota (“lugar de la calavera”), donde fue crucificado. Todos los Evangelios describen brevemente el viaje. Pero mientras Juan (19, 17) dice que Cristo llevó la cruz solo, los otros evangelistas mencionan que su carga fue compartida por un tal Simón de Cirene, un transeúnte. Sólo Lucas menciona que fue seguido por una multitud de Jerusalén.
Los artistas italianos del Renacimiento solían mostrar a Cristo cargando con su propia cruz. También los teólogos preferían esta imagen, y veían a Cristo en el camino del Calvario como un guerrero que llevaba sobre sus hombros el símbolo de la victoria. Ocasionalmente, los artistas incluyen la figura de Simón ofreciéndole apoyo, pero por lo demás el énfasis se pone en el sufrimiento solitario de Cristo. Juan y Diego Sánchez sustituyen a Simón por el apóstol Juan como ayudante de Cristo, un paso inusual, ya que el santo se muestra más habitualmente en compañía de las mujeres que siguen la triste procesión.
Monte Gólgota
Tras ser condenado a muerte, Cristo recibió la orden de llevar su cruz a la colina a las afueras de Jerusalén donde iba a ser crucificado. En aquella época, esta era la práctica habitual para los criminales. Probablemente, Cristo sólo cargó con el pesado travesaño, y no con la cruz entera. El travesaño habría sido fijado a una estaca vertical que ya estaba en el lugar.
El viaje de Cristo desde el cuartel general romano hasta el exterior de las murallas de Jerusalén sólo se menciona brevemente en las Escrituras (Juan 19:16-17). Describe cómo los soldados le hicieron llevar su cruz hasta una colina en forma de calavera fuera de la ciudad, que se llamaba Gólgota (que significa “calavera” en arameo). En español se conoce como Calvario, de la palabra latina utilizada en este versículo, Calvariæ.
El acto de Cristo llevando la cruz por las calles de Jerusalén se inmortaliza en la devoción del “Vía Crucis”. Catorce imágenes, que narran el viaje de Cristo al Calvario, se encuentran tradicionalmente alrededor de los muros de las iglesias católicas. Son muy populares durante la Cuaresma, cuando los católicos las utilizan para meditar sobre los sufrimientos de Cristo.
Jesús muerte biblia
El rey de Castilla marchó a la guerra de moros, y para combatir con los enemigos de la religión había apelado en guerra a lo más florido de la nobleza de sus reinos. Las silenciosas calles de Toledo resonaban noche y día con el rumor marcial de los atabales y las clarinas, y ya en la puerta mora de Bisagra, ya en la de Valmardón o en la embocadura del viejo puente de San Martín, no pasaba hora sin que el grito ronco de los centinelas anunciase la llegada de algún caballero que, precedido de su estandarte señorial y seguido de jinetes y peones, venía al encuentro del grueso del ejército castellano.
El tiempo que quedaba para emprender el camino de la frontera y concluir de ordenar las huestes reales discurrió en medio de festejos públicos, lujosos convites y lucidos torneos, hasta que, llegada, por fin, la víspera del día señalado de antemano por su alteza para la salida del ejército, se dispuso un último sarao, con el que debían terminar los regocijos.
Por encima de aquel revuelto océano de cantos de guerra, rumor de martillos golpeando los yunques, chirridos de limas mordiendo el acero, piafar de corceles, voces entrecortadas, risas inextinguibles, gritos desafinados, notas destempladas, juramentos y sonidos extraños y discordantes, flotaban a intervalos, como un soplo de brisa armoniosa, los lejanos acordes de la música del sarao.
Dónde murió Jesús
Cuando Zooey sale del salón, se cruza con Bessie, que se pregunta por qué su hijo está sudando. La ignora y entra en la antigua habitación de Seymour y Buddy. Allí, lee varias citas de diversos libros de literatura universal, que están impresas ordenadamente por toda la puerta. Zooey se sienta en el escritorio de Seymour y mira todos los libros de la habitación. Luego lee en el diario improvisado de Seymour, una pila de cartones de camisa cubiertos de escritura. Deja los cartones y se sienta durante casi media hora. Luego coge el teléfono privado de Buddy y marca el número del piso principal. Coloca el pañuelo sobre el auricular y espera.
Franny y Bessie están en el salón. Suena el teléfono. Bessie lo coge y viene a decirle a Franny que le llama Buddy. Franny coge el teléfono en la habitación de sus padres. “Buddy (en realidad Zooey) le pregunta cómo está. Franny habla un rato sobre Zooey. Dice que habla en círculos, despotrica y la frustra. Entonces, Franny se da cuenta de que es Zooey quien está al teléfono. Le dice que no aguanta más. Zooey le dice que ha llamado para decirle que no deje de rezar si no quiere. Pero tiene algunas cosas más que decir: Cuando Franny decidió rezar, no fue a buscar a un maestro que le enseñara a rezar, sino que volvió a casa. Por lo tanto, hasta cierto punto, ella quiere ayuda de la familia. Y no entiende que Bessie, con su sopa de pollo, esté ofreciendo a Franny un alimento sagrado. Zooey le cuenta que Buddy y él la vieron en una obra el verano anterior y que era muy buena. Le dice que aproveche su loca educación para convertirse en una gran actriz. Cree que ella, como él, quiere ser recordada por algo, tener un cráneo honorable como el de Yorick (una referencia al Hamlet de Shakespeare; véase la sección de Comentarios más adelante). Y, dice, si Franny estaba destinada a actuar, entonces debería actuar.
